Cifras al límite.
II Estudio Facsa.
Impacto de los extremos climáticos en los recursos hídricos.
Desafíos y estrategias de mitigación.
El cambio climático ya está aquí.
El aumento de los fenómenos climáticos extremos representa uno de los principales retos para la gestión de los recursos hídricos en el siglo XXI, afectando tanto la disponibilidad como la calidad del agua, alterando los ecosistemas y poniendo en riesgo infraestructuras críticas y actividades económicas.
frecuencia e intensidad desde 1950
Anomalías de +9,2ºC en 2024, afectando al 55% de Europa (C3S)
frecuencia e intensidad desde 1950.
Posibles eventos puntuales por variabilidad climática
intensidad desde 1950 en la mayoría de las regiones
Aumentan un 10% en Europa vs. la media 1991–2020
duración y severidad. 74% del territorio español en riesgo de desertificación
En Europa 3 años consecutivos (2021–2023), con la 2ª sequía anual más grave en 500 años
frecuencia e intensidad en los últimos 40 años,
relacionado con la temperatura superficial del mar.
La urgencia es clara.
Las tendencias climáticas no solo afectan a la disponibilidad y calidad del agua. Complican la planificación, gobernanza, acceso y distribución del agua, así como la gestión de la demanda y la competencia por este recurso vital.
“Las infraestructuras actuales, diseñadas bajo supuestos climáticos del siglo XX, ya no son suficientes.”
Reducción de la disponibilidad del recurso (ríos, embalses, acuíferos)
Contaminación del agua por escorrentía y salinización de acuíferos
Estancamiento de agua y proliferación de patógenos
Daños en infraestructuras hidráulicas
Pérdida de servicios ecosistémicos
Aumento de la inseguridad hídrica y desigualdad social
Impactos en cultivos, turismo, salud y migraciones
El coste de la inacción.
Gran parte del sistema hídrico en España fue diseñado para un clima del pasado. Hoy, España se enfrenta a fenómenos más extremos, frecuentes e imprevisibles, sin planificación suficiente ni recursos adecuados para responder. La inacción—o la respuesta insuficiente—conlleva costes cada vez más elevados, que se manifiestan tanto de forma inmediata como estructural.
2.970.000 M$
en pérdidas a nivel mundial entre 2000 y 2019
(UNDRR, 2020)
+95.000 M€
en pérdidas por extremos climáticos hasta 2023 en España
(PNACC)
Necesitamos planes hídricos pensados para este nuevo clima.
Infraestructuras
actualmente obsoletas frente a nuevos extremos climáticos
Planificación
aún basada en promedios históricos que ya no reflejan la realidad
Acceso al agua
marcado por desigualdades sociales y territoriales crecientes
Gobernanza
fragmentada y poco coordinada entre niveles institucionales
Financiación
insuficiente y reactiva, sin estabilidad a largo plazo
Anticipación
limitada por la falta de sistemas de alerta temprana y cultura del riesgo
No podemos esperar más. Decálogo para la resiliencia hídrica.
Incluir el riesgo climático en los planes hidrológicos
Rediseñar infraestructuras para eventos extremos
Implantar sistemas de alerta temprana
Reforzar la gobernanza cooperativa del agua
Restaurar ecosistemas fluviales y humedales
Usar el agua de forma más eficiente
Proteger a las personas más vulnerables
Fomentar la innovación y el conocimiento
Asegurar financiación estable y sostenible
Sensibilizar y educar a la ciudadanía
